sábado, 15 de diciembre de 2012

 
 
 
 Este mundo se cae pero ellos intentan alzarse, no saben que caen, y no quieren sostener este mundo, nunca lo han querido hacer. Todos se empeñan en alzarse frente a los demás, quieren ser mas altos que su hermano, que su padre, que su madre, que su amigo, que su vecino... cuando los cuervos vuelvan a volar a nuestro alrededor, ellos nos mostraran el camino, cuando sus alas negras oculten el sol, los que estaban ciegos volverán a ver, si es que alguna vez vieron, y la verdad los devorara: Nadie es superior a nadie, porque la ceniza nos iguala a todos.
Apátrida.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Vercingétorix

¿Cuál querríais tener, el alma heroica del joven galo defensor de vuestros antepasados, o el alma ambiciosa e insensible del conquistador romano?
- ¡Oh!, exclamó Julien emocionado con su lectura- preferiría sufrir lo que sufrió Vercingétorix que ser cruel como César.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Erotismo de cierto calibre


Bane

[After Batman has killed the lights] Oh, you think darkness is your ally. You merely adopted the dark. I was born in it, molded by it. I didn’t see the light until I was already a man. By then, it was nothing to me but blinding! [Batman attacks Bane but is easily overcome] The shadows betray you because they belong to me.

Reservoir dogs


miércoles, 17 de octubre de 2012

viernes, 7 de septiembre de 2012

Hank

 
"Sí, lo soy. Un cobarde es un hombre capaz de prever el futuro. un valiente es casi siempre un hombre sin imaginación"
Charles Bukowski 

Maorí

El moko es el tatuaje facial tradicional con el cual el maorí se distinguía y marcaba el clan al que pertenecía. El guerrero utilizaba el moko para contar su propia historia: Cada signo indica un logro distinto en su historia personal propia.

Zombie

En ocasiones salir a la calle es una inmersión en un pozo de gravilla que nos recuerda quienes somos. Seres extraños en una tierra que perece a nuestro paso, todos nosotros estamos muertos de cierta manera, necesitamos que nos resuciten de vez en cuando, eso somos, muertos vivientes. No devoramos cerebros ajenos, pero si el nuestro propio. 

Apátrida

domingo, 10 de junio de 2012

tercera parte del relato, interesados, leed


El arrugo el morro y comenzó a rememorar la canción.


Catorce gallinas tengo
y no riñen casi nunca
y si fueran dos mujeres
no podrían vivir juntas.


Las mocitas de hoy en día
no saben fregar un plato
pero sí saben llevar
en la barriga un muchacho.


  • joder, ni siquiera el puto Jimmy cantaría algo así. ¿Es muy machista, de donde lo has sacado?
  • Se lo oí a un español de mi misma compañía en el ejercito.
  • Jajajaja. Vamos cantame mas.
    A mi novia le picó
    una avispa en la rodilla;
    ¡cuándo la picaré yo
    cuarta y media más arriba!


Ahora sí que estamos bien,
tú preñada y yo en la cárcel:
tú no tienes quien te meta,
y yo no tengo quien me saque.


  • jajajaja pero dios mio, no me extraña que te echaran del pueblo. Que un viejo cante algo así lo veo casi normal, pero si viese un caballo hacerlo...
  • la cuestión es que quería hacer feliz a la gente.
  • La verdad. Provocarías muchas risas, pero la gente siempre tendrá miedo a lo desconocido. Incluso si es alguien tan bondadoso como tu.
  • Ahora soy bondadoso? Creía que era una especie de monstruo.
  • Eres un monstruo, pero aveces a los monstruos ay que conocerlos bien.
La sonrisa asomo a los labios de Caballo loco. Pero aquella noche quería marcharse corriendo y quedo dormido en cuestión de segundos, contando las estrellas una noche mas, pero aquella noche no era una mas, Rosie lo abrazaba, y aunque lo trataba como a una bestia mas, se denotaba el cariño.


A la mañana siguiente el sol brillaba una vez mas en lo alto y abrasaba mas de lo normal. Había sido una bonita noche y se giro para mirar a la dulce Rosie. Ella no estaba allí. Se había ido, pero con ella su macuto (con la mayoría de sus pertenencias), sus pistolas, el poco alcohol que tenia y el dinero que solía guardarse en los bolsillos secretos. Lo había dejado allí tirado sin nada mas que su sombrero y su poncho. “buena jugada Rosie” Pensó.
Quiso maldecirla, pero recapacito. ¿Acaso no compensaban todas las cosas que había perdido a cambio del afecto que ella le dio? Pensó en Rosie y en sus lagrimas. Ojala no volviesen a derramarse pro ningún hombre. Quizás algún día conseguiría otras pistolas, y podría ir a matar a Jimmy.


El calor lo mantenía tirado en al roca durante horas. No se había movido desde que vio que sus cosas habían desaparecido. No quería hacer nada mas que morirse al sol. Entonces, oyó una carcajada.
  • es increíble. Mira tu por donde te encuentro aquí tirado como si nada. Como tienes tan poca vergüenza de seguir vivo maldito marica. Abandonas a los tuyos y después de unas semanas empezamos a oír rumores sobre un caballo que la arma gorda en todos los pueblos en los que pone sus asquerosas pezuñas.
    Era Charles Maverick con su asqueroso acento irlandés. Aun pareciendo ser un caballo irlandés, era todo un yankee. Le encantaba pisotear cabezas indias y todo lo que su amo le decía. Era el único caballo, aparte de el, que tenia la cualidad de hablar.
  • Puede que sea un cobarde pero e preferido las cadenas del desierto a las cruentas libertades que me daba ser la montura de un asesino. Puede que no me alimenten, ni me peinen ni me dejen llevar un sable como a ti. Pero en el tiempo en el que llevo aquí. He podido saborear mas delicias de las que saboree nunca entre vosotros.
  • Eres un paria amigo mio. Me han dicho que te relacionaste con esos putos pieles rojas. ¿que te enseñaron a poner nombre a las flore citas? Se cuenta también que vas por lso pueblos mendigando y asustando a la gente con tu aspecto humano. Acepta lo que eres amigo mio. Eres un perdedor, un cobarde y encima veo que eres un marica.
  • Quien de los dos es mas marica, yo, tirado y apunto de sufrir una insolencia, amenazado por ti, ahí de pie. O tu, valiente, con tu pelo cepillado, perfumado como una señorita y amenazando a un hombre desarmado.
    Una mirada de odio se cruzo entre los dos, a Maverick aquello no le gusto ni un apice, no estaba acostumbrado a que le dijesen la verdad. Su antiguo compañero de armas se lo estaba diciendo. Quería matarlo, quería volarle los sesos como el traidor que era.
  • Eres un traidor amigo mio. Y como a los traidores, te voy a ejecutar.
  • Siempre seras recordado como un cobarde Maverick. Estoy desarmado.
  • No quiero perder tiempo con un duelo, estas borracho. Nadie se enterara, seras un caballo tirado en el camino, disfrazado de vaquero. Nadie lo entenderá.
  • Porque haces esto. Tu eres igual de diferente que yo...
  • jajajaja tu y yo jamas seremos iguales. Yo soy la mejor montura del ejercito. Tu eres la bestia que se escapo de ellos. No eres mas que..
    entonces, en un impulso incontrolable, Caballo loco se levanto. Y le atizo una coz en toda la cara a maverick. La sangre broto de el en abundancia, saltando incluso algunos dientes.
  • ¡Los de tu calaña nunca aprenderéis! ¡No respetáis nada! Pero ya es tarde, seréis engullidos por vuestra codicia. No se sis era ahora, o sera o dentro de doscientos años. ¡Pero la espada de Damocles se os caerá encima! ¡Te voy a dar semejante paliza que no volverás a querer cabalgar ni siquiera delante de una manada de lobos!
    Los golpes fueron continuados, ninguno de ellos dijo ninguna palabra mas. La sangre broto de los rostros de ambos. Ninguno llevaba las de ganar, pero si las de perder. El sol empezaba a caer, y las coces seguían ejecutando su baile macabro. Caían como martillos en los rostros del otro. Se gritaban, gruñían como bestias. Ninguno tenia el aspecto de querer parar.
  • ¡Oh mira Maverick, una yegua salvaje!
  • ¿Que? ¿Donde? ¿Donde?
  • ¡Ahí, detrás de ti imbécil!
Cunado Maverick se giro para mirar, una coz le dio de lleno en la cabeza, tan contundente-mente que se oyó un sonoro Crack y mas sangre broto de las orejas del caballo. Caballo loco inspecciono lo que quedaba de Maverick. No lo había matado, pero si lo había dejado herido grave. Le robo una de las pistolas, la inspecciono. Era adecuada para el. Mucho mejor y potente que la que Rosie le quito. Entonces oyó unos pasos y el sonido del agua corriendo por la roca. Al mirar de donde provenía el sonido. Vio que se trataba de un soldado del séptimo de caballería. Uno de aquellos bastardos debía de haber venido montado en Maverick. Tipos como aquel eran los culpables de todo. Aquel tipo no lo había detectado. Se puso detrás de el, e hizo un sonido con la boca para que se diese la vuelta. El sol quería irse, pero no antes de ver lo que iba a ocurrir.
El soldado se dio la vuelta, y cuando vio al caballo apuntándolo con un revolver, su cara fue de puro espanto, “brujería, esto es brujería de los putos indios” pensaría. Ni Caballo loco sabia lo que era, solo sabia lo que aria. Apretó el gatillo y...


se despertó con el ruido de unas botas arrastrando las piedras del suelo. Eran unas botas relucientes y muy adecuadas para cabalgar. Las espuelas relucían como joyas bajo el agua cristalina. Cuando levanto la mirada, solo vio el cañón de un revolver apuntándolo a el. Se toco la cara, y vio que sus manos no eran pezuñas sino exactamente manos. Que su cara era chata como la de un hombre normal y corriente. Que no tenia ningún tipo de hocico o dentadura realmente excepcional. No era un caballo. Nunca lo había sido. Donde estaría Rosie, que se había llevado sus pistolas. Miro a su ejecutor, y era un indio. Vestía de colono, pero era un indio. Su cara reflejaba asco y desprecio. Quiso gritarle algo, pero ya no era Caballo loco, ya no tenia sus pistolas, y no podía echarle en cara nada a aquel indio. En ese momento era el el intruso. Eran los suyos los que comenzaron la matanza. Sonrió al indio y levanto las manos en son de paz. Un chasquido sonó en el revolver. El sol hacia relucir el arma mas que la plata. El sol se veía lejano, y una vez mas iba a ser testigo mudo.

relucientes y

Femme fatale