sábado, 26 de mayo de 2012

Segunda parte del relato.



A pesar de llevar horas caminando, el desierto seguía intacto en su forma mas bruta. Las montañas rocosas se acercaban y se alejaban según el modo de andar en círculos de caballo loco. El cielo empezaba a teñirse de un tono morado y su estomago empezó a gemir como una ballena moribunda. Se paro a buscar algo de comer bajo tierra, pero no encontró nada de provecho. Entonces oyo unos sollozos que provenían de detrás de la roca en al que el se apoyaba. Al mirar de que o quien provenían, vio a una mujer de mediana estatura. De pelo largo rizado y oscuro. Sus ojos dejaban ver un profundo pesar, hundidos en un mar oscuro de sus ojeras. Entonces el salio a su encuentro.
  • ¿hola bella dama, que es lo que la trae por este lugar dejado de la mano de dios?
  • ¿quien coño eres tu? ¡Oh dios mio! O me he vuelto loca o eres un puto caballo.
  • perdona que le diga señorita pero no esta loca, soy un caballo y no se pregunte cosas a las que no pueda dar explicación como eso de porque hablo y cosas por el estilo.
  • Esto no puede estar pasando.... tiene que ser el whisky, si, sera eso...
entonces no se le ocurrió otra cosa que eructar en la cara de aquella señorita extendiendo su enorme sonrisa delante de sus ojos. La señorita debió de ver la realidad peus sus ojos llorosos se abrieron como platos.
  • no me lo puedo creer, no puedo. Esto no puede estar pasando, jimmy me aviso, y yo... yo no le hice caso.
  • ¿Quien es jimmy?
  • Jimmy es mi jefe, es... mi chulo.
  • ¿Eres una prostituta? No te avergüences de ello. Me encantaría usar de tus servicios, pero... soy un caballo, no seria recomendable.
La chica, asustada, salio corriendo por el camino, pidiendo auxilio. No hubo respuesta.
  • ¡oh, vamos! No muerdo. Soy un buen caballo. No te are daño, no acostumbro a tratar con humanos civilizados, todos me tachan de ser brujería de los indios o cosas pro el estilo. Son todos una panda de malditos cristianos descerebrados.
  • No intentes acercarte a mi bestia parlante. No me engatusaras con tu lengua infernal.
  • Esta bien, como quieras. No me acercare si no quieres, solo te digo que no encontraras agua en muchos kilómetros a la redonda. Esto esta seco ramera.
  • ¡No se te ocurra llamarme así! ¡No soy una ramera! Tengo mas clase que cualquier mujer de este maldito estado.
  • Es gracioso, que me pida respeto la misma persona que de no ser por que la triplico en tamaño, me habría pegado de patadas asta reventarme el estomago, por el simple hecho de que hablo.
  • ¿Oh, sabes que? Que te den. A ti y a todos esos bichos raros que hay por ahí. Esta tierra esta maldita, ya te digo.
  • Adiós señorita.
  • Me llamo Rosie.
  • Adiós rosie.
Rosie no se dio la vuelta y continuo con su camino. Caballo loco no quería mas problemas, Rosie era solo una mas que lo había marginado por ser distinto en un mundo donde lo distinto era condenado al olvido, donde la bestia blanca se abalanzaba sobre los nativos rojos. Se apoyo en la roca de nuevo y observo como el sol se iba ocultando detrás de una montaña rocosa. La luz se iba apagando, pero no tenia con que encender una hoguera. Seria una noche larga y solitaria, como lo había sido su vida. Hundido en un nuevo pesar, se bajo el sombrero hasta los ojos y decidió ponerse a dormir.
  • si no enciendes una hoguera es probable que pases mucho frio esta noche.
  • ¿Porque coño has vuelto?
Era Rosie. Había vuelto, o se había compadecido de el, o simplemente necesitaba su protección. A el no le importaban los motivos de su vuelta, solo le importaba que aquella noche no la pasaría solo con su tormento. El sonrió, y miro sus ojos. Ya no lloraban, eran pacíficos y el se pregunto que habrían visto esos ojos durante su vida.
  • tengo yesca y pedernal, creo que podremos encender una hoguera con esas hierbas secas de ahí.
  • Eso esta bien. Solo nos falta algo de comer. Y algo de qué charlar. Me gustan los silencios pero no si estoy acompañado de alguien como tu. Cuéntame Rosie, cual es tu historia.
  • Es curioso que las preguntas las hagas tú, un caballo parlante. Mi historia no es agradable que se diga. Fui abandonada por mis padres a los diez años en un pequeño pueblo minero. Nadie quiso acogerme, hasta que Jimmy apareció. Jimmy parecía un gran tipo, en el pueblo lo detestaban pero yo vi bondad en sus ojos. Me ofreció ir a su casa y vivir con el y sus “hijas”. Resulto que sus hijas eran niñas como yo, acogidas en la calle, el muy cabrón se las follaba, y una vez que las dejaba embarazadas esperaba a que naciera el bebe y el bebe se quedaba en casa, y una vez crecía lo tenia de esclavo o esclava. Cuando me lo contaron era tarde, yo ya estaba embarazada de el, y llevaba un mes esclavizada limpiando su casa.
  • Ese Jimmy merece que le hagan una visita y le susurre al oído con el cañón de mi revolver.
  • Ojala pudieses hacerlo. He deseado su muerte tantas veces... una vez que mi hijo creció, me puso de prostituta. Según el era la mas valiosa, y prometió que no me pegaría, porque los clientes no querían mujeres maltratadas. El muy cabrón mantuvo su promesa si, no me golpeo, pero si que golpeo a mi hijo. Y me violaba todas las noches según el para que aprendiese a no protestar ante un cliente desagradable. He aguantado así casi toda mi vida. Peo ya no pude mas. Una noche, me obligo a acostarme con el tipo mas horripilante que puedas imaginar, eso me hizo actuar. Esa misma noche quise irme, pero Jimmy se entero. Juro que si me iba mataría a mi hijo. Y yo... yo no pude mas, lo golpee, lo golpee hasta dejarlo k.o. Pero no pude irme. Me quede allí parada. El se despertó y....
  • ¿qué ocurrió con tu hijo?
  • El lo mato. Lo mato delante de mi. Me dijo que me fuera, que me echaba de casa, que no quería volver a verme. Me dijo que no encontraría nada aquí fuera mejor que el. Que el mundo esta podrido y que el no es mas que un brote de esa podredumbre. Y ahora estoy delirando hablando con un caballo...
  • es una historia terrible la tuya. Si me dices donde cae ese pueblo, yo acabare con ese cabrón de Jimmy, si es necesario lo sodomizo delante de todos. Seria una buena humillación. No sabes lo que mi...
  • no continúes por favor. Eres.. ¿siempre eres así de detallista con tus asuntos?
  • ¿Porque no? Nunca sabes cuanto tiempo me puedes escuchar. Seria una pena que no me conocieses bien. No intentare violarte, solo intento decirte que para algo bueno que tengo...
  • no se hasta que punto puedes tener algo bueno. Eres un monstruo, eres un caballo que habla.
  • Oh vamos, seguirás con eso toda la noche? Porque un humano debe estar dotado de razón y un caballo no. aveces creo que mi raciocinio es mucho mejor que el de cualquier erudito vuestro. Este mundo se va ir a la mierda ya lo veras. Y yo para entonces ya estaré muerto asi que me es igual. Eso si, espero llevarme por delante unos cuantos de los vuestros. Es posible que me alié con los sioux, y arrasemos vuestros asentamientos y os cosamos el culo a flechas, a todos. Sin miramientos, como lo hacéis vosotros. Contigo Rosie quizás aria una excepción, se que tu no tienes la culpa de que este mundo sea así.
  • Qui zas deba tomarme eso como un halago. Y dime... como coño haces para agarrar las cosas?
  • Mmmm no lose... yo...mmmm... esto....bebamos.
  • Esta bien. No se si me sentara bien beber con el estomago vació. Pero tendré que hacerlo. De algún modo tendré que ahogar esta angustia.
  • Ahoga todo lo que quieras yo te ayudo. Pero no hagas preguntas.
  • Aun no me has dicho tu nombre.
  • Mmmm sinceramente mi nombre yankee lo he olvidado. Pero unos amigos del camino me pusieron el nombre de “Caballo Loco”. Me lo pusieron cuando vieron que era capaz de andar hacia atrás habiendo bebido cantidades mortales de alcohol.
  • ¿Estuviste con los sioux?- dijo sorprendida
  • si, por supuesto, ellos son los verdaderos dueños de esta tierra. Ellos no son unos bárbaros como los quieren tachar los tuyos. Supongo que me trataron bien por ser un animal.
  • Aun no puedo creerme que este hablando con un caballo, estoy segura de que las hierbas que me comí hace unas horas me debieron de...

En ese momento el la hizo callar con un beso en la mejilla, la situación era violenta pero el creyó que aquello demostraría sobradamente que todo era real.
  • ¿dios santo, pero que cojones haces? ¡Eres un puto caballo! ¿Como puedes hacer algo así? ¡Es algo antinatural!
  • Yo soy anti natura baby.
  • Como vuelvas a hacer algo así...
  • no entiendo porque te pones así. Probablemente tenga el aliento mas fresco que el ultimo hombre al que besaste. Si, soy un caballo y esto es anti natura, pero dime, en estos tiempos que corren que es natural y que no. lo único natural es que los hombres se maten entre ellos. Todo lo demás... esta empezando a carecer de sentido.
  • Lo que tu has hecho puede llevarnos a la zoofilia. Mi abuela decia que los hombres que amaban demasiado a sus cabras irían al infierno. No quiero ir al infierno.
  • Oh vamos. ¿crees que irías al infierno por dejar que yo te besase? El infierno ya esta aquí baby.
  • No me llames así so zafio.
  • Respeto el hecho de que no quieras que te bese. Solo te digo que deberíamos de romper todas estas convenciones asquerosas. No digo que el señor gurchowski deba de follarse a sus cabras. Pero si que... no sea siempre un acto horrible.
  • No quiero oírte. es.. una locura. Como puedes ver bien algo tan aberrante.
  • Por ese mismo hecho debería de aborrecer a los hombres que fornican entre ellos. Y no lo hago. Cada cual hace lo que quiera o puede. Dejémonos de chorradas morales y bebamos mas. Vamos nena vamos.

Caballo loco bebió lo que quedaba de la botella y saco otra de su macuto. Se la ofreció a Rosie y ella se la bebió casi entera. Las horas pasaron y los efectos eran los que eran.
  • eres un tipo fantástico Caballo loco. Es una pena que no seas hombre, si no te haría un trabajito gratis.
  • Me halaga saberlo nena, no siempre se dice eso de mi. Antes de ayer cante para todo un pueblo, y la gente escandalizada llamo hasta al sacerdote. Me expulsaron diciéndome que era producto de algún tipo de brujería y que el desierto me salvaría.
     
    • ¿Que coño cantaría un caballo?


No hay comentarios:

Publicar un comentario